La Mística que recoge el pasado de historia de tormento y violencia de la Republica Checa, se envuelve en arte, con aire de nobleza, en su capital PRAGA, donde las caminatas conduciéndote por pequeñas y estrechas calles llenas de esplendorosa arquitectura, magia del viajero que se siente siempre atraído por esta hermosa ciudad, llena de teatros, música, pintores, letras, filósofos, matemáticos, poetas y sabios, con la precisión de su reloj atómico medieval, monumento emblemático, donde las cuatros figuras que los escoltan dos a cada lado, con el sonido y movimiento de los apóstoles cristianos circulando a través de dos pequeña ventanas, son representativa de las grandes debilidades de la humanidad. Estas figuras son: La Vanidad simbolizada por una estatua mirándose a un pequeño espejo. La Avaricia lograda con un comerciante cargando un costal o bolso a cuesta. La Muerte representada con una esqueleto humano. La Lujuria en la figura de un noble tocando su mandolína, con la presencia de cientos de curiosos observadores que esperan este acto con paciencia, la llegada de cada hora dando inicio al espectáculo.
En Praga siempre puede sentir que esta acompañado en los laberintos y amplias plazas, por los monumentos de todos los estilos y movimientos arquitectónicos, iglesias, Fuertes, las torres de las antiguas murallas, Los cruces sobre el Rió Moldava, que son verdadera galería de arte antigua y con los artista ejecutando en vivo, como el Puente Carlos, cada pilar termina sobre la superficie con una escultura de diferentes autores y motivos, así como la visita al Castillo perfectamente reconstruido, en preciosas armonías con los modernismos de sus grandes centros comerciales.
Libre de la destrucción de la guerras y del abandono de las cuatro décadas del comunismo, este patrimonio cultural de la humanidad fue el asentamiento humano de la antigua Bohemia, la ciudad de Praga es embriagante con un aire multicultural de gentes, visitantes y lugareños, en convivencia con lo antiguo y bien rescatado monumentos medievales y en contraste con los activos comercios de las cerradas callejuelas, invitan a un recorrido sin tiempos y siempre repetibles en cualquier época de años.
No olviden visitar sus lugares subterráneos, adatados para restaurantes así como los monumentos Judíos y claro en la jornada nocturna el teatro Negro en Praga tiene otro sabor, de patrimonio local. El vino caliente y la comida callejera me hizo recordar una delicia local, cuando probé una especie de pizza hecha agregando queso y salsa de tomate sobre un yaniqueque. ¡Si ese mismo! los que se vende en la playa de Boca Chica en Republica Dominicana como lonplay, que es una masa de harina de trigo frita en aceite bien caliente y de un sabor exquisito semejantes a los preparados por nuestras abuelas.
En mi interior Praga Cuidad Sublime
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1 comentario:
Ingeniero, son poesias lo que escribe, lo felicito, que bien describe la ciudad de Praga, pero no como lo haria un guia turistico, sino como lo hace una persona que ha SENTIDO la ciudad, con el alma.
Felicidades de nuevo.
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