Mostrando entradas con la etiqueta Seguridad y Defensa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Seguridad y Defensa. Mostrar todas las entradas

jueves, 11 de septiembre de 2008

Relaciones Internacionales Haiti

Ciclo de la Ruta HAITI
En el ciclo estacionario de la agenda internacional, el tema Haití y su población residente en la República Dominicana, ocupa la atención habitualmente, incentivada por las denuncias que realizan instituciones ligadas a su protección. Despertando la sensibilidad de los intelectuales, que cohabitan de uno y otro lado de la frontera, cuestionándose de si será o no una amenaza para los intereses Nacionales Republica Dominicana y hasta globales y cuales políticas internacionales están gestándose detrás de esos elementales conceptos, más alla de la información mediática. Estos combinado con la presencia de las fuerzas Militares internacionales de la ONU, matizan un entorno de cuidado extremo para la estabilidad de ambos paises.
El debate en torno al referido problema, en el que se oyen voces bastante constructivas e inspiradoras, pero no faltan puntos de vista pesimistas, conservadores y hasta intolerante. Sobre posible confrontación. Situación que requiere de una mayor persistencia de unidad, cabeza fría y propósito para que junto se trate la situación general de las relaciones bilaterales y los enfrenamientos de los males comunes estructurales desde la altura estratégica, intensificando el diálogo, la confianza recíproca, cooperación y respeto mutuo, así como tomar en consideración los problemas de interés para cada parte, y esforzarse por estimular un mayor desarrollo de las relaciones de ambos países evitando la injerencia y el impulso de la imposición de medidas de fuerza externa. Con el nacimiento de una nueva cultura de mayor y más justa distribución social de las riquezas, que incorpore grupos marginales y excluidos al trabajo productivo como la mejor manera de combatir la creciente delincuencia, la corrupción y la pobreza, principales causas de uso de las fuerzas de Defensa en todos los países de nuestra región.
La fuerza productivas, intelectuales y profesionales de Dominicana armonizando con el impulso humana y trabajador de las masas empobrecida de Haití, en alianza estratégica para exigir de la comunidad internacional el aporte de la tecnología, los recursos y las infraestructura, en un plan bilateral de desarrollo Integral, y de convivencia pacifica.
La pobreza extrema de nuestros pueblos, nos otorga ventajas consignada en los acuerdos y tratados internacionales, que tenemos que esgrimir de forma racional, para afrontar males ancestrales, endémicos y humano. Licencia de fabricación de medicamento contra el SIDA, La Malaria, Hepatitis dengue y otras enfermedades, sin el pago de las patentas de origen, para combatir en todo la Isla estas terribles enfermedades son derecho establecido en las reglamento de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Considerando atención concreta al tema Haití, el futuro estaría marcado por experiencia pasada, como la creación de un plan de asistencia, que imite a lo que ocurrió en Dominicana en la década en los años 1960 con la “Alianza para el Progreso” iniciativa de EEUU, donde por medio de las educación y atenciones primarias se incentive el cambio de hábitos y costumbres, de Salubridad, alimentación, trabajo, diversión y otros reglones, de importancia social y cultural.
Nuestra Nación democrática con una población amante de la paz y del libre respeto a la soberanía de los países y pueblos del mundo, que sigue el camino de desarrollo pacífico y estable, a sabiendas de que somos una Isla, ocupada por dos Estados soberanos con marcadas diferencias: cultural, política, social, idioma, religión, costumbre y estilo de pensamiento, lo que produce una permanente amenaza de enfrentamiento que se agudiza por los contrastes económicos existentes, tienes que controlar el flujo migratorio permanente a través de la porosa y larga línea fronteriza terrestre y marítima, lo cual es la principal fuente para mantener un determinado nivel de seguridad, comprensión y entendimiento de las relaciones entre los actores políticos hacia el desarrollo de programas que eviten la utilización de las Fuerzas de Defensa, salvaguardando las soberanías e integridades territoriales en ambos lados de estos dos Países del Caribe. Integrando instituciones en acuerdo de fomentar, en una primera etapa los puntos comunes que produzcan mayor impacto de las poblaciones carenciadas como son: la Salud, educación, control sanitarios, reforestación, control de sustancia prohibida y flujo migratorios. Este son tema que hay que abordar con una compresión mas acabada de la realidad humana y estratégica del compromiso del Estado Nación y los acuerdos internacionales que hemos refrendado.
Ing. Jorge De León

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Seguridad Humana

Seguridad Humana

La pobreza extrema siempre será una amenaza a la seguridad.

Seguridad Humana, concepto elaborado en el Informe sobre Desarrollo Humano de 1994 del PNUD, en la actualidad constituye una condición multidimensional del desarrollo y el progreso de las naciones, que se fortalece cuando profundizan en preservar su extensión y territorio sin considerar su expansión, esta ultima condición de connotación especial en la República Dominicana, aun cuando el escenario de nuestro vecino cada día es precario y compromete a fomentar este tipo de pensamiento en mente calenturienta.

Estas condiciones de seguridad humana, mejoran con el pleno respeto de la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas, en un verdadero estado de derecho y garantías constitucionales, que comprometa a todos los sectores, en especial a la clase política, en la promoción del desarrollo económico y social, la educación y la lucha contra la pobreza, la salud y el hambre. La seguridad es indispensable para crear oportunidades económicas y sociales para todos, y generar un ambiente favorable para atraer, retener, y emplear productivamente la inversión extranjera, que fomente el comercio de nuestra producción nacional, creando nuevas fuentes de trabajo y realizar las aspiraciones sociales del pueblo y así cumplir con compromisos y acuerdos hemisféricos de los cuales somos firmantes.

La pobreza extrema, la exclusión social y tecnológica de amplios sectores de la población, siempre afectan la estabilidad y la democracia, erosionando la cohesión social, la convivencia pacifica y vulnerando la Seguridad del Estado Nación, por lo que la transparencia en el gasto del Gobierno, el manejo de los presupuestos de las instituciones del Estado tiene que ser racionalmente mejorado, la distribución de los recursos de inversión pública hay que priorizarlos para encarar las perentorias necesidades sociales a fin de elevar índices de seguridad humana.

El Estado, contribuye a la consolidación de la paz, al desarrollo integral y a la justicia social, si estimula los valores democráticos, el respeto, la promoción y defensa de los derechos humanos, la solidaridad, la cooperación y la obediencia a la soberanía nacional, siendo el garante de la justa distribución de la riqueza, el crecimiento económico y de la protección de los derechos individuales.

Tenemos que frenar el reciclaje de la pobreza, antes que los olores de la miseria, inunde todo el ambiente y su pestilencia ahogue los sentidos de los que hoy tiene la oportunidad de evitarlo.

Jorge de León

jueves, 4 de septiembre de 2008

Seguridad

SEGURIDAD CIUDADANA

Publicado en el Periódico “HOY” en Febrero 2005

La percepción lo es todo, República Dominicana en términos estadísticos es un país bastante seguro en relación a otras naciones de la zona y del mundo, pero los que conviven y comparten en esta media isla en la última década, sabemos que es necesario volver a recobrar los niveles de confianza para desarrollar nuestra vida cotidiana sin temor, transitar sin terror por nuestras calles y avenidas. La seguridad ciudadana es cada día mas frágil y se le considera como una facultad que se cree competencia única y exclusivamente de la Policía Nacional , cuando en realidad es también de la sociedad en su conjunto y en especial de todas las instituciones del Estado con énfasis en las uniformadas, fiscales y jueces. Todos deben establecer una acción preventiva educativa, de predicar con los hechos, y corregir con el ejemplo, de forma que los ciudadanos aprendan a generar espacios de convivencia pacífica, donde la búsqueda a las soluciones de conflictos se realice sin el uso de la violencia; desarrollando una integración horizontal en prevención con las Iglesias, instituciones civiles, gremios, juntas de vecinos, universidades y clubes.

Hay que atacar las causas que generan la delincuencia en nuestras estructuras sociales, que ha convertido el país en una zona franca de facinerosos, que recibe para ensamblaje materia prima y patrones confeccionados en otras naciones y aquí le proporcionamos mano de obra calificada y barata, incentivada por la pobreza, la falta de oportunidades, la desigualdad y la corrupción.

Unos pocos, con su opulencia, poseen la falsa creencia de que todo lo pueden solucionar: como el sistema eléctrico es precario se suplen con plantas e inversores, como los acueductos son deficientes construyen pozos, cisternas y tinacos, como el sistema educativo se deteriora crearon los colegios privados, como respuesta a la deficiencias del sistema de salud ingresaron a los seguros internacionales con inclusión de aviones ambulancia, como el tránsito no se organiza compraron helicópteros y aviones, con el deterioro de las carreteras se incentivaron a comprar vehículos todo terreno (Yipetas), pero con el debilitamiento de la seguridad ciudadana pensaron que se podía resolver con los vigilantes privados, o mudándose a lugares privilegiados, sin imaginar que la delincuencia creciente que hemos fomentado, anidado y prohijado, en una sociedad injusta y decadente, que castiga y condena hoy al niño que no supo proteger en el pasado, tenia raíces mas profundas que el origen de sus fortunas. Hoy tememos que las demostraciones de opulencia en las publicaciones sociales, se conviertan en los catálogos de los delincuentes.

A la niñez de los barrios pobres del país, la sociedad le ofrece dos alternativas: la yola o la delincuencia, con ese ritmo podemos materializar la teoría de un gran amigo, que en forma de sueño recibió la revelación de que para solucionar los problemas de la nación, “Hay que vender el país, porque sus dueños no pueden ni saben atenderlo”. Los compradores tendrían una gran ventaja, la venta incluye la bandera, el escudo, el himno y la membresía en todos los organismos y foros internacionales con derecho a voz y voto, si son capaces de pagar las cuotas atrasadas.

Las políticas de seguridad ciudadana deben ser cuidadosamente estructuradas con base a reducir: la corrupción, la impunidad, la pobreza, el consumo de sustancias prohibidas, el desempleo y el abuso del poder, para lograr la equidad en la distribución del ingreso y la economía, con la participación del colectivo de la sociedad organizada formando parte de los medios de solución.

Debemos crear y desarrollar la confianza, pero sobre todo fomentar “el sueño dominicano” de amar al suelo que nos vio nacer por lo que somos, asumiendo el trabajo como fuerza inspiradora de bienestar, practicando la igualdad del hombre frente a Dios y la Justicia , encontrando cómo ganar el pan, el vestido y el techo. Somos más que una simple publicidad que exalta nuestros valores a cambio de la riqueza basada en el vicio y la enajenación de un pueblo que merece mejor suerte. Preservando obediencia a su Constitución, respeto por los derechos humanos en su aplicación, con verdaderas acciones de Seguridad Ciudadana.

Ing. Jorge De León
Master en Seguridad y Defensa