El tradicional cambio de horario otoñal se produjo. Por segunda vez este año, la primera fue en marzo, nos harán cambiar las manecillas de los relojes. A las tres de la madrugada del domingo 26 de Octubre habrá que retrasar una hora.
Tendremos asi que ajustar todos nuestros medidores del tiempo (relojes de pulsera, bolsillo, pared, despertadores, el del coche...) a la que nos marcan como hora oficial. Con una media de tres relojes por persona, nos vamos a casi 150 millones de cambios a realizar. Este cambio es molesto para algunos, ineficaz para otros, pero obligatorio para todos los miembros de la UE. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), lo positivo del cambio horario es que este supondrá un ahorro energético para los hogares del 5%.
El Gobierno español decidió en marzo de 2002 incorporarla mediante un real decreto a nuestro ordenamiento jurídico, y así el último domingo de marzo los relojes se adelantan una hora y se retrasan el último de octubre, como en todo el territorio comunitario. Y así, la normativa se ha convertido casi en una tradición anual.
El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se ha adoptado por entenderse que el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo.
Muchos son los detractores de una medida cuyos resultados económicos ni la propia UE conoce con exactitud, ya que sus repercusiones, especialmente en verano, son muy distintas en función de la situación geográfica de los países y también diferentes en cada sector de actividad. De ahí la dificultad de alcanzar conclusiones universales. La Comisión Europea reconocía en 2000 que el ahorro energético era "relativamente modesto", entre un 0 y un 0,5%.
Pero según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) español, el ahorro doméstico en iluminación desde finales de marzo hasta el próximo fin de semana puede representar un 5%. "Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kilovatios hora, el ahorro sería de más de 6 euros por hogar y más de 60 millones para el conjunto". A ello habría que sumar, procedente del comercio y los servicios, según el IDAE, un ahorro del 3% (más de 6 millones de euros) en concepto de reducción de consumo de aire acondicionado.
Informacion completa en: http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.28249
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