Jorge de León
En los estados de guerra y conflicto las mujeres son las principales víctimas de las hostilidades, violaciones, secuestros, prostitución forzada, pruebas biológicas y esterilización como si formaran parte de los trofeos de los conquistadores. Algunas muestras de esas actitudes:
En la segunda guerra mundial, los alemanes de Hitler crearon centros de violaciones sexuales en toda Europa, de las llamadas mujeres partisanas, cautivas y obligadas al ejercicio de la prostitución. Los Japoneses crearon mas de 150 centros de esclavas sexuales según el libro de Su Zhiliang “Registro de Centros de Esclavas Sexuales de las Tropas Japonesas en Shanghai”. Las tropas Rusas que penetraron a Berlín, para derrocar el Nazismo, provocaron violaciones de por lo menos el 30 % de la población femenina.
En Bosnia, Herzegovina, Kosovo, las mujeres fueron embarazadas para intentar una "limpieza étnica", en Rwanda la violación la ejecutaron infectados de SIDA, en Timor Oriental, Colombia, Congo, Guatemala, Vietnam, Sierra Leona, Argelia, las mujeres son las victimas mas perjudicadas de estos conflictos armados, como principales sacrificadas. En la actualidad el conflicto de Irak, Nigeria y Afganistán esta produciendo caos, violencias y violaciones de derechos humanos de género, que la prensa no registra.
La conquista de América, estuvo plagada de violadores, asalto masivo de violencia contra las mujeres, partiendo del hecho de que en su regreso del primer viaje el Almirante descubridor, llevó varias muestras de productos nativos incluyendo una hermosa mujer con su vestimenta típica, con la finalidad de promoción o marketing sexual.
En la historia dominicana, durante el retiro de la ocupación Haitiana de 22 años, se registraron cientos de casos de violaciones, violencia, y maltrato físico contra mujeres especialmente en la región del Cibao. El primer gobernante dominicano Pedro Santana dispuso el fusilamiento de Maria Trinidad Sánchez, la mujer que confeccionó el lienzo patrio, para mayor connotación del terror, se ejecutó en el primer aniversario de la Independencia, actos de pasión que marcan el inicio traumático de la vida republicana de violencia femenina.
Sin estar en un estado de guerra los niveles de violencia actuales contra la mujer adquieren características alarmantes y son de un impacto brutal de la cultura machista de nuestra sociedad, en un singular conflicto que parece una batalla de odios y rencores acumulados, a la cual hay que prestarles atención para su extinción y lograr hacer una reconciliación pacifica.
Las Naciones Unidas con misiones de paz en regiones en conflicto, observando esta problemática de genero han estado vigilantes con este crimen, como puede observarse en las conclusiones de las conferencias mundiales sobre la mujer celebrada en China donde se dedicó un capítulo a la mujer y el conflicto armado, dentro del tema “La igualdad, el Desarrollo y la Paz”.
La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU, exhorta a las misiones y representantes en regiones en conflictos armados, a prestar especial atención a las necesidades de las mujeres. Reclama la participación de mujeres en los mecanismos para alcanzar la paz y la adopción de medidas que aseguren sus derechos humanos y la aplicación de las Convenciones de Ginebra de 1949, La Convención de Refugiados de 1951, La Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Contra la Mujer del 1979, así como las disposiciones del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que propaga la responsabilidad de los Estados de poner fin a la impunidad y promueve a perseguir los responsables de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, incluyendo los relativos a la violencia sexual. Otro elemento trascendente es la ¨ Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas de 1999¨, que proclama el 25 de noviembre como “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, fecha escogida como muestra de reconocimiento de uno de los actos de violencia más siniestros que registra la humanidad, ejecutado en nuestra Nación, “El asesinato de Las Hermanas Mirabal”.
Toda esta violencia histórica y actual, nos invita a la reflexión profunda, a la búsqueda de espacios de integración, donde prime el amor al prójimo, el cuidado de las mujeres y niñas, la amplitud de sus oportunidades labores, políticas y sociales en un marco de convivencia pacifica, sin estridencias.
Ing. Jorge De León
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Exelente, muy atinado a la realidad, me gustó la cronología histórica de los abusos, de ahí viene la falta de conciencia del hombre de hoy.
Publicar un comentario