La crisis mundial de la economía, esta produciendo bajas escandalosas del petroleo y los gobiernos de toda américa Latina están atrapado en su propia mentira, se oponen a seguir la reglas del mercado y bajar los precios de los combustibles y la factura de energía eléctrica en los niveles en que aumentaron cuando los precios del crudos se elevaron. Están atrapado y disparando su nivel de confianza de sus pueblos a niveles sin precedente.
Los precio internacional del crudo rondan algos mas de 60 dólares por barril, pero los gobiernos están especulando, aplicando el mas criminal de los impuestos, a sus pueblos al cual pregonan defender y en época de crisis les solicitan grandes sacrificios y ahora se niegan a retribuirles este beneficios.
Con el alza del petroleo, las Lineas aéreas que aumentaron sin control sus billetes y boletos de avión al publico, ahora con la caída están sin control, y aducen formulas para negarse a bajar los los billetes al publico, las verdad que el mundo necesita un nuevos héroe, como dice el Chapulin y "ahora quien podrá defendernos".
La empresa traspasaron toda las cargas de las alzas, y ahora se niegan a tomar la decisión de favorecer al pueblos con las caídas de los precios internacionales del petroleo y el valor de las reducciones no son significativas, los gobiernos están perdiendo esta batalla.
Los sectores organizados, sindicatos obrero y la empresa privada, gremios profesionales, tienen que exigir a los gobiernos la reducción de los combustibles, los pasajes, los servicios públicos, los alimentos de la canasta básica, las tarifas eléctrica, el costos de los fletes, los embarques y todos la actividades en sentido general tienen que hacer los ajuste, en consonancia con las rebajas de los derivados petróleo en el mercado internacional.
Hay que devolverles la confianza al consumidor y respiro al presupuesto familiar. Si no hay programa coyuntural para reactivar la economía por parte de estos gobiernos miope, entonce dejen que la economía del mercado que funciones según su propias reglas. O es que acaso están atrapado en su juego y cocinándose en su propia salsa.
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